miércoles, 15 de agosto de 2012

EXTRACTOS, LA DECADENCIA DE OCCIDENTE.



“El pacifismo del siglo liberal ha de ser superado si queremos seguir viviendo.” Oswald Spengler

“De lo poco que podemos conocer de los acontecimientos del futuro, sólo una cosa es cierta: las fuerzas del movimiento del futuro no serán distintas a las del pasado: la voluntad del más fuerte, los instintos vitales, la raza, la voluntad de poseer y el poder. Hay una inmensa diferencia, que la mayoría de la gente no entenderá nunca, entre ver la historia futura como será y verla como quisiera que sea. La paz es un anhelo, la guerra un hecho, y la historia nunca ha prestado atención a los deseos y a los ideales humanos."

“Hablar de la paz en el mundo es algo que ocurre solamente entre los pueblos blancos, y no entre las razas de color, mucho más numerosas. Cuando los pensadores y los idealistas hablan de paz, tal y como lo han hecho desde tiempos inmemoriales, el efecto es desdeñable. Pero cuando unos pueblos enteros se vuelven pacifistas, estamos ante un simptoma de senilidad. Las razas fuertes y jóvenes no son pacifistas. Adoptar una posición tal es abandonar el futuro, ya que el ideal pacifista es una condición terminal que es contraria a los hechos básicos de la existencia. Mientra el hombre siga evolucionando habrá guerras."

“El pacifismo significa dejar a los no-pacifistas tomar el control. El pacifismo permanecerá como un ideal, la guerra como un hecho. Aunque el mundo estuviera unificado bajo una sola autoridad, siempre habrá guerras que llamariamos rebeliones: distinción puramente verbal. Si las razas blancas están decididas a nunca más hacer la guerrra, las razas de color actuarán de distinta manera y se convertirán en las dueñas del mundo."

“La abundancia de nacimientos en las poblaciones primitivas es un fenómeno natural cuya existencia misma no puede ser discutida, sean cuales fueran sus ventajas o desventajas. Cuando las razones de interrogarse sobre la existencia de la vida entran en la conciencia humana, la vida misma ya es cuestionada."

“En la historia no es el idealismo, la bondad o la moralidad las que reinan -su reino no es de ese mundo- sino más bien la resolución, la energía, la fortaleza de espíritu y la aptitud práctica. No se puede borrar este hecho con lamentaciones y juicios morales. Es así como el hombre está hecho; es así como la vida esta hecha, es así como la historia está hecha.”

*”La decadencia de Occidente”, Oswald Spengler.

viernes, 10 de agosto de 2012

CONSEJOS PARA IR DE VACACIONES.



Como todos los años se repiten las mismas anécdotas, hemos seleccionado los 10 motivos por los que nunca se debería perder un mínimo de elegancia, incluso cuando se está de vacaciones:

1.      Respetar el descanso de los demás, nadie se encuentra con el derecho de molestar, incordiar e interrumpir el descanso de otras personas. Si una persona decide ir a disfrutar de música o prefiere ruido, ya se encargará de ir a una discoteca, pub, fiesta patronal o zonas destinadas a esos tipos de eventos. Mientras tanto el descanso debería ser un valor intocable.
2.      Vestir con un mínimo de corrección para cada momento, no es lo mismo estar en la playa, que estar caminando por un paseo marítimo. Es exactamente igual ir a comer a un  buen restaurante en vacaciones, que comer en un chiringuito playero. Si por nuestras ciudades,  no vamos en chanclas y bañador, por que se hace para ir a un museo o monumento. Estos mínimos ejemplos, pueden ayudar a comprender que hay que vestir con un mínimo de corrección, para cada situación o  quizás por convertirnos en turistas tenemos derecho a todo.
3.      Siempre usar camiseta, polo o camisa, aunque se tenga un cuerpo impresionante y unas ganas tremendas de lucirlo, usar una prenda que cubra nuestro torso, siempre será sinónimo de  buena educación. Salvo que estés tomando un baño o tumbado al sol, esta mínima norma de buen gusto, se debería aplicar siempre.
4.   Cuidar el aseo personal mas aún, posiblemente tengamos que hacer colas en aeropuertos, estaciones de tren, entradas a museos, hoteles y estar rodeados de muchas personas. En ocasiones puede llegar a ser  muy desagradable e insufrible ,  estar junto a otra que ha descuidado el aseo personal. Hasta en algo tan íntimo , tenemos que saber respetar a los demás.
5.     Saber controlarse en lugares públicos, el exceso de entusiasmo que se produce cuando se viaja en grupo  o familia, pongamos el caso de estar  comiendo en un restaurante, pernoctando en un hotel o viajando en avión, puede crear situaciones en  que las risas, cánticos o voces provoquen importantes molestias a  personas que nos rodean. Divertirse en grupo es impresionante, pero lo es aún mas,  saber cuando es el momento de relajar determinadas situaciones. Tengamos presente, que no todo el mundo esta contagiado de nuestra felicidad y que posiblemente tampoco les importe demasiado, necesitan descanso o dormir.
6.      Respetar el silencio en las zonas de alojamiento, no existe situación mas desagradable y a su vez  violenta, que tratar de dormir y no poder hacerlo, porque un grupo de personas este haciendo ruido, hablando en voz alta, vociferando  o con música fuera de control. Se esté pernoctando donde se esté, hay que aprender a  guardar un respeto exquisito por los horarios, es imposible saber quien está a nuestro lado y lo que necesita en ese momento.
7.      Potenciar la imagen del País, en mayor o menor medida el turismo tiene un peso importante en muchos países del mundo. Tenemos entre todos la obligación de mimar esta industria, aportando lo mejor  a nuestros visitantes, tal y como nos gustaría que lo hicieran con nosotros mismos, cuando visitamos otras culturas. Que se marchen con la imagen equivocada, genera automáticamente  comentarios cargados de conceptos negativos y muy probablemente nos cueste una buena cantidad de ingresos, de turistas que no vendrán.
8.     Cuidar el entorno como visitantes, a nadie nos gusta visitar un entorno sucio o descuidado, mas cuando llevas unas expectativas determinadas sobre el lugar. De la misma forma que no te gusta ver un monumento lleno de basura, cuida con esmero tu visita a ese lugar en concreto. Todos te lo agradecerán.
9.      Dejar huella positiva por donde vamos, casi nunca recordaremos aquella persona,  que nos hizo la vida imposible durante nuestras vacaciones, pero siempre quedará en la memoria, aquella pareja o familia con la que fué una autentica delicia compartir unos días de diversión y descanso. Dejar huella positiva en  otro ser humano, es un concepto inigualable en la vida.
10.  No devaluar la imagen de tu Nación, si tanto orgullo sentimos por nuestra comunidad, pais o nación. Cuando viajamos fuera de nuestras fronteras, se hace casi de obligado cumplimiento, dejar una esencia positiva por donde vamos. De alguna forma nos convertimos en representantes de nuestra comunidad. Cuando un grupo de turista esta cerca de nosotros, rápidamente sabemos la nacionalidad y de forma automática, los relacionamos con los tópicos de su país de origen. Que hablen bien o mal del nuestro, esta en nuestras manos y sobre todo en nuestras formas. En tus viajes fuera de tu  país,  siembra lo que quieras recoger para el.

jueves, 2 de agosto de 2012

EL HOMBRE NUEVO



En el sentido espiritual existe efectivamente algo que puede servir como orientación para nuestras fuerzas de resistencia y alzamiento: este algo es el espíritu legionario. Es la actitud de quien sabe elegir el camino más duro, de quien sabe combatir aun sabiendo que la batalla está materialmente perdida, de quien sabe revivir y asumir las palabra de la antigua saga: “La fidelidad es más fuerte que el fuego”, saga a través de la cual se afirmó la idea tradicional que es el sentido del honor y de la vergüenza de la deshonra. No se trata de pequeñas medidas sacadas de pequeñas moralinas; esto es lo que crea una diferencia substancial, existencial entre los seres humanos, casi como entre una raza y otra distinta.
Ahora tenemos que separar este espíritu de las fórmulas ideológicas más o menos problemáticas que se esbozaron en aquel período y que algunos, hoy, erróneamente, transforman en lo esencial haciéndolas sus banderas. Ese espíritu debe ser aceptado en su estado puro y extenderlo de su tiempo de guerra al tiempo de paz, de esta paz sobre todo, pues no es más que una tregua y un desorden malamente contenido, hasta que se determine una discriminación y un nuevo orden de batalla. Debe realizarse en términos mucho más esenciales de los que se dan en un “partido”, que puede ser sólo un instrumento contingente en previsión de determinadas luchas políticas; en términos más esenciales también que un simple “movimiento”, si por movimiento se entiende un fenómeno de masas, un fenómeno cuantitativo más que cualitativo, basado más en factores emotivos que de severa y clara adhesión a una idea.
De lo que se trata es más bien de una revolución silenciosa de origen profundo que tiene que ser resultado de una creación precedente en el interior del individuo de las premisas de ese nuevo  orden que después tendrá que afirmarse también en el exterior del individuo aplastando fulminantemente en el justo momento las formas y las fuerzas de un mundo de decadencia y de subversión. El “estilo” que debe imperar es el de quien se mantiene sobre posiciones de fidelidad a sí mismo y a una idea, en una intensidad conjunta, de una repulsión por toda conveniencia, en un empeño total que se debe manifestar no sólo en la lucha política sino también en toda expresión de la existencia, en la oficina, en el lugar de trabajo, en la Universidad, en la calle, en la misma vida personal de los afectos y sentimientos. Se tiene que llegar al punto de que el tipo humano que queremos que tiene que ser la sustancia celular de nuestras tropas de formación sea reconocido inconfundiblemente, diferenciado y pueda decirse de él: Es alguien que actúa como un hombre del Movimiento.
Esto mismo quiso hacer ayer la revolución pero varios factores múltiples lo impidieron. Hoy, en el fondo, las condiciones son mejores porque no existen equívocos y basta mirar alrededor desde la calle al Parlamento para que las vocaciones sean puestas a prueba y se obtenga claramente la medida de lo que nosotros no debemos ser. Ante un mundo podrido cuyo principio es: “Haz lo que veas hacer” o también “Primero el estómago, el pellejo y después la moral” o “Estos no son tiempos en que se pueda permitir el lujo de tener un carácter” o finalmente: “Tengo una familia que alimentar”, nosotros nos oponemos a esta norma de conducta de manera firme y clara: “No podemos actuar de otra forma, este es nuestro camino, esta es nuestra forma de ser”. Todo lo que de positivo se podrá obtener hoy o mañana nunca se conseguirá mediante la habilidad de los agitadores y de los politicastros sino a través del natural prestigio y el reconocimiento por parte de los hombres ya maduros y, mejor aún, por las nuevas generaciones, lo cual se obtendrá en tanto en cuanto seamos capaces de actuar en nombre y con las garantía de la idea.

ORIENTACIONES. Julius Evola