viernes, 7 de septiembre de 2012

TU PROPIO ENEMIGO



Por tu amor por ti mismo y por esa indulgencia propasada que mira solo por ti. Por tu fanfarrona docilidad frente a la lisonja y la adulación. Por tu deseo de reconocimiento. Por tu gusto por la carrera y por la excelencia. Por tu egoísmo, por las dudas que te suponen dividir tu pan, “cortarte un brazo”, arriesgar el calor del hogar, o poner en peligro la seguridad artificial de tu aparente estabilidad: esa seguridad de muerto viviente que no se percata de que ya no vive.

El primer enemigo eres tú. Por el temor a desconcertar, por el miedo de ser marginado, por la baba que te sale de los labios ante la mínima posibilidad de ser acogido y reconocido por el consenso de las momias hablantes.

Con tu adhesión a todos los clichés del pensamiento débil y de la crítica cortés, de la política resbaladiza y del lenguaje banal. Tú eres la globalización. Tú eres el asesino de Europa y del Tercer Mundo, tú eres la renuncia. Y más lo eres cuanto más pretendes convencerte de lo contrario; sin ahondar demasiado en el fondo ni auto examinarte para conocer la verdad.

La oposición real no es solo política o ideológica, es sobretodo un modo de ser.

 
Gabriele Adinolfi.